
Un proyecto pionero usa IA y Realidad Virtual para…
València, 1 abr (EFE).- Un proyecto pionero a nivel mundial que utiliza la Inteligencia Artificial (IA) y la Realidad Virtual (RV) permite conseguir un diagnóstico más rápido y un tratamiento más eficaz y preciso del Trastorno de Espectro Autista (TEA).
El desarrollo de T-ROOM, que ha sido presentado este lunes, ha sido fruto de la colaboración de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) y los Centros de Desarrollo Cognitivo Red Cenit, especializados en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del neurodesarrollo en niños, adolescentes y adultos.
Uno de los mayores problemas actuales en cuanto al tratamiento del TEA es la gran diversidad ante los síntomas que presenta una persona con este trastorno, lo que conlleva a una nueva era de la «deconstrucción» al afirmar los clínicos que «no existe el TEA, existen personas con TEA», han señalado durante la presentación.
El nuevo sistema recrea situaciones del día a día familiar en un entorno virtual no invasivo y las sesiones durante media hora, durante las cuales a los menores se les estimula visual, auditiva y olfativamente, según fuentes de la UPV.
Se les coloca una pulsera para medir su actividad electrodermal -valor de gran interés para el diagnóstico del autismo-, así como unas gafas de Eye Tracking que permiten realizar un seguimiento de la mirada.
Se trata de unas gafas ligeras, sin cables, que se encuentran diseñadas para ser usadas en el mundo real, de forma que el niño se sienta cómodo y permite ver lo que este mira en tiempo real.
Se trata de un entorno inmersivo de Realidad Virtual tridimensional que reduce el tiempo en el diagnóstico y facilita el tratamiento del autismo.
Además, se analiza con cámaras y técnicas de Inteligencia Artificial los movimientos corporales del niño y avisa de posibles alteraciones del movimiento (estereotipias), asociadas al Trastorno del Espectro Autista.
«T-Room surge ante la necesidad de ofrecer a los niños con TEA y a sus familias una alternativa para reducir el tiempo de diagnóstico y que a su vez sirva como entorno terapéutico de intervención», ha destacado Mariano Alcañiz, director del Instituto I3B de la UPV.
El proyecto T-Room, cofinanciado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y Fondos Feder, persigue llegar a realizar una evaluación de la interacción social y comunicación, imaginación, conducta repetitiva y habilidades sensoriales de las personas con TEA en entornos naturales inmersivos, y hacer un entrenamiento de las mismas dentro del entorno. EFE